Sauna para pobres indefensos

Cuando le conocí, me pareció tan indefenso
- Indefenso hijo de puta
Sé que nunca te gustó, era diferente
-Enfermo psicótico e hijo de puta, insisto
Tenía tanto amor para dar, y tan pocos amigos
Escuchábamos a Verdi en el lago, y nada me importaba
En la biblioteca me pasaba notas a escondidas de un planeta lejano
donde los versos eran noticia cada día
Me enciendo como llama cuando pienso en el club,
y en los rincones del reservado me gritaba a voces que me amaba
-Si, mientras la pecosa de Katia te comía el coño, maldito voyeur
Esos tiempos pasaron, y comencé a sentirme mal
-Mientras te iba envenenando, te lo dije
Los tés al lado de la chimenea me fueron consumiendo
-Lo sabía, sabía que estaba matándote poco a poco
Me advertiste tantas veces, y no te supe entender
Ahora que lees esta nota, entenderás que hay opciones...
para amar y para morir, y que no me guardarás rencor...
Cuando abras la sauna estaremos Jean Philippe y yo,
el pensó que simplemente con el veneno se me iría la vida,
pero no pensó que la puerta... nunca se abriría para él.
-Agente Ruiz, tiene Ud. que ver esto
-Creo que no tengo el estómago para entremeses Martínez
-Es que Ud. me dijo que revisara los cuerpos,
pero aquí solo hay uno.
Ocultándome las lágrimas tras las gafas, bajé al sótano
No lo podía creer, que el hijo de puta se hubiera salvado,
Y entre la masa deformada y abrasada por el calor...
Era...Jean Philippe...
-Que vamos a reportar como causa de la muerte?
No sé...muerte accidental...
...Y esa nota que leía?
-Una carta de despedida de una amiga que se fue

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