El brillo de la lluvia

Hoy es este día, y algo hizo que lo recordara especial
Llovió en la meseta y todo cambió, el pasto se torno azulón
Los manzanos dieron peras y los perales dieron flor
Mis acometidas fueron breves y profundas
Ya no me quieres en casa, ronquidos mudos me ahogan
Un café con hielo, todo va a ir bien y yo no lo sé
No vuelvas a casa dulce compañía, no hay luz en la entrada
No te pierdas en la lejanía, el faro del malecón luce mas bello hoy
Siembra tu dicha fiera indomable, encuentra tu desmán mas errático
en peleas perdidas por un sin saber
No canto para ti hoy, sino para la lluvia que me empapa
me siento tan enjuto y desabido que mi pesar me arroja contra el piso
Se truca mi destino y vuelvo sobre pisadas pisoteadas que no conducen
Es el camino de mi obra el que estriñe mi sentido y expiras mi sentimiento
afligido exploto y no escapo a un buen pastis que me espera en Saint Michel
Las risas escapan a un mar de dubitativas nubes, hoy anochece en Paris
Estoy en Madrid y se adormecen tus murmullos, no escribes a tu madre y seguro que te espera
Jajaja, Leo me cuenta la historia del marinero de Marsella perdido en New York
El camarero llena el vaso y no se que pedí por última vez, rimas mi enlace con tu canto
Hoy veré a Veronique y su sonrisa apagará las sombras que me rodean,
no quiero ver mas que tu mirada mi princesa, hay lodo y penumbra en el puente
Enciende tus ojos, ilumina la calle, no llego y estoy mas allá
Verga! me conmina el policía del puerto, deja ya el amarre, vete a casa ya! Deja de joder con tus ruidos!
Eres tu rocío la primera caricia del mes, no me llames por un nombre que aun no tengo
Eres mi querida frialdad la dueña de mi amanecer, guardarme el reloj que gane a los naipes en Bayamon,
si hice trampas ya nadie se acuerda, las risas me envuelven y me olvido
Siento que esta manta no me cobija y tiemblo en la falta de un aliento que me ha faltado por muchas lunas,
llévame al sueño por favor, no me hables...que ando a la deriva hoy.

El relator de Baltimore



Cuando aquel hombre de cabellera blanca y gorra de bisera, subió al autobús en Wilmington De, de repente se hizo el silencio, solo algunos susurros minúsculos perturbaban el fondo de aceleración suave pero rumorosa del vehículo

Con gafas oscuras complexión delgada y alargada, aquella persona se subió a la plataforma del bus agilmente, cuando las puertas se cerraron tras él, abatió con soltura el asiento del acompañante junto al conductor, éste le sonrió y no consiguió de vuelta mas que un gesto del visitante de llevarse los dedos a la visera como único saludo.

Era sin duda el, el relator de historias de Baltimore, segun el mito aparecía y desaparecía en las lineas de autobuses de Greyhound en Maryland, relataba historias diversas y sin importar que fueran cortas o largas, se bajaba en cualquier parte, terminado el relato, los conductores lo sabían y no quedaba atrás mas comentarios que su partida silenciosa. Hoy ese mito, probó ser cierto.

Me acomodé expectante, el silencio apabullaba el ruido exterior. El conductor entonces, le pasó el micrófono inalambrico a nuestro relator y éste lo alcanzó sin mirar, agradecí la fortuna de haber decidido ir a Philadelphia esa mañana y  estar en las filas delanteras, me embargó una sensación de privilegio que me erizo el vello bajo la camisa.

Comenzó a hablar con una voz clara, profunda y el cierto deje de Baltimore, que comparten las zonas Atlánticas orientales de los E.E.U.U.

Y este fue el relato o tal vez manifiesto:


La casa de la colina en la milla 108 marca el final de mi historia, allí cuentan que una vez hubo una casa que aguantó la tormenta del 8 de diciembre de 1963, este hotel rural albergó hasta mas de 16 personas en las primaveras floridas o ariscas de Delaware, cuando los viajeros tomaban un alto en el camino en el recorrido de Baltimore a Philadelphia o viceversa.

Ese día señalado, los cielos de Wilmington mostraban ligera nubosidad pero buena visibilidad, es decir casi 10 kms. Para el avión de Pan AM 214 que se dirigia a San Juan de Puerto Rico desde Baltimore, era un día mas, así como para sus 73 pasajeros y 8 tripulantes.


De repente de alguna parte un rayo impactó el ala izquierda del Boeing 707, penetrando el fuselaje e incendiando el tanque de combustible y todo el aparato, las llamas se introdujeron por la ventilación de cabina, el resto es historia. La nave cayó desde mas de 8000 metros de altura en llamas, y el impacto esparció sus restos por mas de 3 kms.

Desde la casa de la colina se avistó el rayo que abatió el avión, convirtiéndole en una bola de fuego.
Todos los ocupantes de la casa salieron hacia el lugar del impacto.

De los 14 habitantes de la casa, nadie volvió, ni se supo de ellos...

Hay lugareños que creen haber escuchado gritos en la noche de personas perdidas, una niña busca a su padre con un llanto extremo y otras voces ofrecen ayuda...¿Hay alguien? ¡aquí venimos al rescate!

Hay un punto en el camino donde el bus 283 de las 4:30pm para a diario, dicen unos que es para cumplir la ruta, otros dicen que desde entonces hay almas que suben y bajan en el lugar, en medio de la nada...

Me quedé pensando en torno a la historia por segundos, antes de que me diera cuenta, el bus había parado, escuché preguntar en voz alta al conductor: Alguien mas baja?...
Solo oí mi respiración por respuesta...

Si me ves...

- Te lo digo de verdad tía, me está siguiendo alguien
- ¡Vamos Laura!, no te vuelvas neurótica, estás alucinando
- Que no, que te digo que no, Irene por favor, hazme caso
- Joder chica, entonces llama a la policía, ¿te ha dicho algo?
- No, solo me mira al pasar, cuando le encuentro en la calle,
   pero está siempre ahí, y mira hacia mi ventana
- Pero... ¿desde cuando te has dado cuenta?
- Creo que desde hace una semana, y me muero de miedo Irene
- Bueno... calma, ¿no será un admirador? ¿es guapo?
- Joder Irene, ya vale, por dios, que esto es serio
- ¿Quieres que vaya para allá?
- No, no hace falta, tengo los 3 cerrojos echados,
  y la puerta pesa como 300 kg, y además no voy a salir
- Ok, no te agobies, llama a la policia a ver que te dice
- Está bien, hablamos luego
- ...Policía... digamé
- Buenas noches, quería reportar un acoso
- Perdón señorita, no la entiendo, puede ser mas concreta...
- Si, es que me hay un individuo que me sigue desde hace una semana
- Perdone, ¿la sigue por la calle?
- Bueno, no exactamente, pero está siempre en la esquina, mirando hacia la ventana
- Disculpe la pregunta ¿Cuantos pisos tiene su edificio?
- Doce
- Y muchos edificios alrededor, ¿verdad?
- El sujeto en cuestión ¿se ha dirigido a Ud? ¿la ha molestado?
- Pues ...no
- Pues por eso
- Cuando la moleste o se dirija a Ud. inapropiadamente, nos avisa y mandaremos un agente, ¿de acuerdo?
- Si ...gracias
- ¿Irene?
- Si, dime que te dijo la policía
- Que si me molesta o me dice algo que les llame
- Te recomiendo que te tomes una copa o mejor llama a Eduardo para que te de lo tuyo, que ya hace tiempo 
  que no te relajas, jajaja
- Jajaja, la copa seguro, lo de Eduardo lo dejo para otro momento, gracias Irene, ciao
- Un besito Laura, te llamo mañana



- Laura? estás ahi...coge el teléfono por favor...llámamé por favor, llevo todo el día intentando hablar contigo



- Irene, te dejo un mensaje, no tengo cobertura, todo está bien, no te lo vas a creer, el tipo de la esquina
  resultó un amigo del vecino de arriba, y además es encantador, he quedado con él esta noche, es...diferente,  ciao un besito.
- Laura, ¿porque no respondes?, ¿dónde estás? he llamado a tu oficina y llevas dos días sin ir
  dime algo por favor, estoy nerviosa y no se que pensar...

Tokyo

If this is the time and the place, I shall know it,
lights go out, put out the cigarrette
time is short and, I am ready to go.... V.F



Es que noy soy yo, mi querida Tokyo
Voy sin ver y no he vuelto ya
Es tarde para coger un taxi
hay miles pero ninguno libre
Miro al fondo la Tokyo tower y comienza a llover
En el distrito de Ginza vi a Sigrid de nuevo
Mama san me invitó de nuevo a un trago
"business very bad", musitó
"trae clientes a casa de Mama san" me increpó


Unas chicas bailaban con japoneses bajitos
otras conversaban y servían copas en las mesas
rubias, pelirrojas, morenas todas occidentales
"te seguro que no hay sexo" me repetía Sigrid
creo que por 500 dolares alguna diría lo contrario
"tres meses de trabajo y vivo un año"
escuché decir a una uruguaya
Me aturde la música bailonga del lugar,
creo que soy el único sin corbata,
la mayoría ya la tiene a medio nudo
Ejecutivos canosos, es tiempo de disfrutar,
son gastos comerciales, la compañia está contenta
botella de whiskey a 400 dolares
4 chicas por botella, y unos bailecitos
alguien comienza a cantar, como no
si no cantas, no tienes encanto en esta ciudad
Un americano me habla en japones, que le pasa a este?
y me dice que se casó en hawái con una vietnamita
y cuando llegaron al aeropuerto de Narita
devolvieron a su nueva mujer a Vietnam
la buscaba la interpol, !como está la peña!
Y bailo con Sigrid, me dice algo al oido y me apunta a una
rubia del fondo, entendí solo "Sue...y contigo"
creo que no necesito mas datos


Me gustaría quedarme en este ruido
pero creo que esta noche no va a ser
no voy a enfrentar el silencio con una desconocida
salgo al callejón y me pierdo
tropiezo y siento un cuerpo en el suelo
murmura algo en el idioma de ebrio
es el americano, alguien lo saco a bailar
entro en un café y apuro un expreso
no se cuanto tiempo pasó desde que salí de casa
hoy Tokyo no me quiso sonreir y me castigó
con una noche sórdida entre las luces de Ginza
todas las caras distintas, ya no parecen iguales
pero no reconozco a nadie, soy un geijin

Vivo en Shinjuku, está lejos, y sin embargo comienzo a andar
con la idea de llegar, hoy no es martes
no es hora para parar, sigo las luces de la avenida
ya no oigo el zumbido de los neones
ya no siento el olor del Ginza sofisticado, dulzón y perfumado
alguien tiene un panal con 300 mil abejas
en el piso 11 del edificio de la empresa papelera,
"jodidos locos" haciendo miel allí arriba
Veo un taxi libre, lo dejo ir
es pronto para llegar a casa
suena el móvil
"ya no estoy Tokyo, déjame ir".

Say you hate me, go on...





Say you hate me, go on. Not a single word will make me turn around, back to my already past.
Say it, say that you fell for me once, but I am not that one anymore. Don't you see?
Love means nothing to me, means nothing to me, means nothing.....to me.    V.F.


Hola, como estás Víctor, soy yo...
Y quien eres tú?... Ya sabía que era Natalie, esa voz de piel de cereza dulce que se te mete en la piel, y nunca se olvida. ¿No podía hacerme el huidizo? ¿el ocupado? Ya tenía bastante con los cortes en la cara que me hice en el afeitado brumoso de la mañana, o sea hace 10 minutos.
No me jodas anda, ya sabes quién soy.
Ah hola, como estás mi niña, ¿todo bien?, ¿ya volviste de viaje? Que frío en Finlandia, ¿no?
Que carajo Finlandia, ¡gil! ya sabes que me fui a Soria a ver a mi abuelo.
Pues eso, casi Finlandia a finales de Enero. Me encantaba jugar con ella y a ella le gustaba mantenerse  alerta en el juego esquivo.
Y ¿cómo está el abuelo? pregunté cortésmente. 
Pero vamos a ver, si tú no conoces a mi abuelo y yo nunca te he hablado de él.
Que te pasa Víctor? Son las 3 de la tarde y ¿todavía estás con el cebollón de anoche?
Joder, la verdad es que me entro esa rara ternura gratuita que siente uno, al saber que alguien se murió sin conocerle, que me sorprendí a mi mismo al preguntar. En realidad trataba de entablar una conversación coherente. Sin estruendos.
Bueno, mi abuelo está bien, pero te llamo para contarte algo que me ha pasado y lo tengo que contar.
Me alegro por el abuelo, ahora dime que te pasa. Por si acaso me senté en el sofá dando un sorbo al café expreso que me sacudió por dentro. Y volví a ser yo. Creo que ví lucecitas a mi alrededor.
Me encontré con Marco, en el aeropuerto.
 Y....que más....pero espera, el Marco ¿que no te caía bien pero que te miraba bonito?
 Sí el mismo, pues que no se como, pero... me acompañó en el viaje. No voy a hacer el comentario rallado de que la mayoría de las tías son volubles, no. Solo "moody"
El caso es que, sin saber como, se metió en mi coche y me dijo que me acompañaba y  se volvería en tren en la noche. 
Yo no supe decirle que no y arranqué, total que el tío tiene una conversación agradable, y pensé que si alguien tenía que poner las cadenas... Sin comentarios.
Comencé  a notar sus miradas de reojo a mis piernas y a mis tetas, pero no le dí importancia, son cosas de tíos.
Tampoco reparé en que me había colocado el brazo sobre mi reposacabezas, hasta que a los diez minutos de ruta, sentí que me estaba tocando el pelo, levemente, pero tocando.
Total que te pusiste a tres mil y te metió mano. Exclamé, mientras seguía apurando el café que hoy estaba especialmente sabroso.
No seas capullo. Parecía enojada de verdad
Déjame contarte. Total, que tuvimos que parar para echar gasolina, y cuando volví al coche después de pagar, estaba junto a la puerta de mi lado, la abrió y al pasar junto a él mientras cerraba, me acarició la cintura y dejó caer su mano por mi culo. 
¿No te estarás poniendo cachondo? me preguntó Y la verdad que no, aunque un poco de cosquilleo me empezaba a recorrer el perineo, pero creo que era el pijama.
No, respondí en un carraspeo.
Todavía no, añadí pidiendo más carnaza. 
Sigo, se hizo la hora del almuerzo y paramos en un restaurante en la carretera.
Creo que después de comer nos tomamos dos copas y continuamos hablando de cualquier cosa, la mesa era pequeña y nos tocábamos continuamente con las rodillas y empecé a sentir calor y me quite la chaqueta. Me puedo imaginar la escena con las tetas tan ricas que tiene esta muchacha, y seguro que en ese momento ya tenía los pezones erguidos.
Prosigo, que ya veo que estas pendiente, en uno de esos roces, al disculparse, dejó su mano posada en mi muslo y yo me quedé un poco helada, mas bien petrificada. No me lo esperaba, por lo menos así.
Me miró a los ojos y no supe que decir, pero casi le acompañe con el pensamiento mientras deslizaba su mano hacia mi entrepierna. Y no sabes como me supo acariciar, no se si estábamos solos o había gente, me entregué.
Especifica por favor, la exigía con mi voz y se me caía el azucarero.
Sin darte detalles pero llegó hasta el fondo, y con un gesto me llevo la mano a su pantalón medio abierto y no me lo podía creer cuando como tonta metí la mano. 
¿De grande? no pude evitar la alegría en la exclamación  y la empatía súbita.
No estúpido, no había nada
¿Como que nada? ¿Hermafrodita?
! No ¡joder!, ¡es una tía!
Entonces ¿ni un bollito ni nada?, pregunté de manera tímida pero sibilina, mientras me mordía los labios. 
Púes no, creo que noto mi decepción por la falta de paquete, porque me besó dulcemente en los labios y me pareció escucharle murmurar algo así como... te quiero. 
Yo me quedé allí, como una pasmada viéndola salir por la puerta y desaparecer por no se donde. 
Y es que no me puedo explicar como pasó, como no me dí cuenta. 
Y ahora te quieres desquitar, y por eso me llamas.....No me dejó continuar.
Me colgó, pero me dejó un lindo ¡Capullo! en el aire antes de irse.
Tendré que llamarla después, ya se le pasará, pero antes me voy a hacer otro café antes del te de las cinco, o mejor un buen escocés con hielo.



Mousse de chocolate amargo





Y aún me falta lo que no he buscado, y sin embargo se que cuando lo encuentre me encenderá los ojos y me turbará el habla. No mas me acueste cerraré los cielos por un anhelo, que a veces me mece con su placentero aleteo, como mousse de chocolate amargo copulando mi paladar.

Sin un alto en el camino, vago con los brazos abiertos atrapando, agarrando y jodiendo al aire, que gélido me golpea cabreado el rostro, mientras lo cercena. Y me cago de risa porque soy mas fuerte que el dolor, y la sangre me baña el rostro y me meo de placer, mientras mi cabeza golpea los lados del vagon.
Soy yo joder, el que atraviesa esta montaña, no hay quien siga por detrás. Abre tu puñetera ladera para hundirte el hacha en las entrañas, quiero ver tu corazón maldita mole.
No me queda mas arrullo que el borracho murmullo de la esquina, donde hotdogs sin nombre penetran bollitos humedos de ketchup y mostaza.
Hoy no me llames, no me llames nunca, no me des números que no entiendo ni mensajes entrecortados, hoy no estoy en ninguna casa, y sabe mi nombre que perderé el delirio en un callejón maldito de una maldita ciudad, y mañana, si es que no es hoy, me encuentre empujado en otro delirio ajeno, y no me aguante la ira y saltaré en una carcajada sonora a los brazos de una mousse de chocolate amargo mientras copula mi paladar.